martes, 23 de agosto de 2016


LA SERPIENTE BRILLANTE

Hay un lugar en la tierra donde al principio, como en cualquier parte, no habían edificios ni casas, solo habían montañas, nubes, árboles y animales. Las personas pasaban por allí y miraban el lugar, pero no lo veían como un lugar en el que pudiesen vivir sino como un lugar de paso, donde podían pasar la noche e irse a la mañana siguiente o donde hacían una fogata durante un par de horas. Pero luego llegó alguien con una mente llena de ideas y pensó que allí se podía hacer una linda casita, en madera.
Así que averiguó cómo funcionaba el asunto de ser el propietario de la tierra, cuando lo solucionó hizo su casita, quedó muy bonita y muy espaciosa, fue haciendo cada vez más casas y pronto el lugar se convirtió en un pueblito de chocitas de madera con una gran calle que llevaba a todas partes, esta calle era muy larga y retorcida, tenía muchas lámparas y estaba bien iluminada, el propietario se fue de allí y le dejó todo esto a un amigo, ese amigo era muy avaro y hacía cualquier cosa por ganar dinero, así que destruyó todas las casas e hizo una ciudad gigantesca donde todas las casas estaban hechas de ladrillo, cemento y piedras.
Millones de personas vivían ahí ahora, a algunas les gustaba el lugar, a otras no tanto, por eso la población de allí cambiaba a cada rato.
Lo único que quedó igual fue la calle que lleva a todos lados, pero como la ciudad se extendió esa calle ya no llevaba a todas partes así que conservó el nombre que se le fue dado en un principio: La serpiente brillante.

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