martes, 4 de octubre de 2016


TEMAS TEMAS TEMAS

Había una vez una niña a la que le encantaba estudiar, su materia favorita era sociales, veía muchas cosas en solo dos meses, así que le gustaba repasar todo lo que había visto para no olvidarlo y para entender las cosas que no tenía completamente claras.

Escribía lo que sabía y al final de las materias hacía un resumen corto de cada tema que había estudiado. Era tímida y no le gustaba compartir sus historias y resúmenes a los demás, ni si quiera a su familia, pero estamos muy agradecidos mi equipo y yo porque en esta ocasión nos dejó publicar su resumen de lo que vio en sociales. Este es el resumen:

Semana 1 (democracia):

Tenemos derechos, es muy importante que lo tengamos claro, y no solo eso, también es importante que tengamos claros cuales son nuestros derechos. ¿Por qué será tan importante que lo tengamos claro?, bueno, porque si no lo tenemos claro se pueden aprovechar de nuestra ignorancia. Pueden hacer que hagamos cosas que no queremos hacer simplemente por el hecho de no saber que tenemos derecho a defendernos o algo por el estilo. Tenemos derecho a la vida, igual que todos los demás, eso debemos respetarlo, debemos respetar la vida de los demás y la nuestra. Otros derechos que tenemos… bueno, tenemos derecho a comer bien, a tener un hogar y a estudiar. ¡Ah! También tenemos derecho a la salud, no deben negarnos eso por nada del mundo ya que si lo hacen pueden causarnos la muerte, lo que desde mi punto de vista sería un asesinato.

Políticamente también tenemos derechos, por ejemplo, vamos a centrarnos en un punto en especial: El voto, todos tenemos derecho a votar, pero eso no quiere decir que tengamos la obligación de hacerlo.

Semana 2 y 3 (Edad media I y II):

Vimos muchas cosas sobre la edad media, por ejemplo, aprendimos sobre el castillo y el funcionamiento de este, también vimos cómo funciona el pueblo.

Recuerdo que hablamos de los torneos y de dragones, los torneos eran para demostrarles el valor a las doncellas y para entrenarse por si los llamaban a una guerra.

El arte del medioevo era algo maravilloso, las esculturas, la pintura, la música, todo era hermosísimo y muy diferente a lo que podemos ver hoy.

Semana 4 (Las civilizaciones americanas):

Las civilizaciones americanas, eran y siguen siendo mucho más civilizadas que nosotros mismos. Tienen un enorme respeto por la naturaleza y por los animales. Estar con ellos y aprender  a tejer fue lo mejor que pude haber hecho ese día, perseguir una hermosa mariposa fue muy difícil y al mismo tiempo muy entretenido, me encanta conocer cada vez más las culturas indígenas que viven donde yo también vivo.

Semana 5 (Geografía mundial):

Sirve para ubicarnos, para saber dónde estamos. ¿Para qué más nos servirá?... a ver, bueno, recuerdo que mis compañeros hablaban de eso, de saber dónde vivimos y donde quedan los diferentes lugares del mundo (y para que por favor dejen de pensar que Londres está en Norte América). La geografía mundial nos ayuda a entender por qué las personas son más blanquitas que otras, para entender sus creencias y su cultura, también para entender por qué los alimentos son tan diferentes.

Semana 6 (El renacimiento):

Fue una época muy “clara” por así decirlo, después de tanto oscurantismo y de tantas prohibiciones el poder tener un punto de vista propio era un privilegio. Aun así después del renacimiento todavía se consideraban herejes algunas personas que tenían opiniones que iban “en contra de la biblia” o en contra de las creencias predeterminadas.

Semana 7 (Resumen):

En esta semana nos muestra que es muy importante hacer resúmenes de lo que vemos y argumentar muy bien para que todo se entienda y no haya dudas.

Este es el resumen, espero que les haya gustado, que hayan aprendido mucho y quieran compartirlo.

La niña que nos compartió este resumen está muy feliz por haberlo hecho y ahora está dispuesta a compartirnos todos sus escritos.

martes, 27 de septiembre de 2016


¡UNA PARTE DEL RENACIMIENTO HA LLEGADO DE IMPROVISTO!

El viento está muy agitado ¿qué sucede? ¿Por qué?, los animales se han escondido y las personas están temblando, poco a poco las nubes se vuelven moradas y hay un remolino en el cielo, los rayos no caen verticalmente sino horizontalmente, el sol y la luna suben lentamente y mientras se acercan los rayos se van multiplicando, finalmente el sol y la luna se detienen en el mismo lugar, exactamente en el centro del cielo, cuando lo hacen un relámpago deja ciego a todo el mundo y al mismo tiempo se escucha un gran estruendo. De repente todo se acaba, las nubes no están, los rayos no caen, los gatos ya corren por ahí y las personas empiezan a salir de sus hogares, nadie sabe realmente cuanto tiempo transcurrió desde que escucharon el rayo y quedaron ciegos a causa del relámpago, unos dicen que fue media hora, otros que fue solo un minuto, en fin, no se sabe. Todos siguen su vida, pero no como antes, ahora sienten algo raro, no saben describirlo, es como… como… un velo, ¡no!, es algo oscuro, sienten algo misterioso, algo oculto.

Mientras tanto en un parque un hombre camina con los ojos muy abiertos, mirando a todos lados, la gente que lo miraba pensaba que estaba loco o que era un ladrón. Pero era muy pacífico, no atacó a nadie en ningún momento, estaba vestido de manera extraña, no sabía que significaban esas señales que tenían personas, flechas o animales dibujados, no sabía cuándo cruzar la calle, por eso en varias ocasiones casi lo atropellan.

Finalmente un niño de 8 años aproximadamente se le acerca y le dice: -¡Hola! ¿Cómo te llamas?, ¿de dónde vienes?, ¿Por qué te vistes así?- El hombre un poco confundido con el montón de preguntas le dijo, -Hola- y se fue caminando hacia un árbol como si hubiese visto una ardilla, el niño lo sigue y le hace la primera pregunta nuevamente: -¿Cómo te llamas?, el hombre responde –Galileo- Después de unos segundos dice de nuevo – Galileo Galilei-. Galileo se queda mirando fijamente al niño y le pregunta - ¿Y tú? ¿Cómo te llamas?- El pequeño le dijo –Orlando-. Galileo repitió cinco veces – Orladno, Olrrando, Ornaldo, Noraldo, Orlando- Luego le preguntó -¿Dónde estamos?-, Orlando fue muy específico, le dijo, -Estamos en el universo, planeta tierra, continente América del Sur, País Colombia, Ciudad Bogotá, Hora, 7 horas, 3 minutos, 5 segundos, 6 segundos, 7 segundos, 8 segundos…- Galileo entendió todo y preguntó expresamente la fecha, Orlando nuevamente fue muy específico y le dijo –27 de septiembre de 2016-. Galileo queda frío e inclinándose hacia el niño le pregunta -¿¡DOS MIL QUÉ?!-, Orlando se va corriendo y se hace detrás de un árbol y mira a Galileo desde allí, se asusta mucho por el grito que le acaba de dar. Galileo camina tranquilamente hacia el árbol y le dice - ¿Dos mil qué?- en un tono más amable, el niño sale de detrás del árbol y le repite que es el año 2016. Galileo se va con los ojos desorbitados pensando en que es una locura eso que le acaban de decir, se sienta en una canasta de basura y se pone a meditar, dura ahí media hora mientras Orlando lo mira desde lejos, después se acerca y le pregunta a qué se debe su extraña actitud, Galileo le dice – yo no vivo en esta época, yo nací en el 1564, ahora tengo 34, lo que quiere decir que debe ser el año 1598-, Deja de hablar, se tranquiliza y se queda callado. De repente exclama -¡PERO NO!- y mira al niño, él se ve pensativo y le pregunta – ¿Tu eres el del universo geocéntrico?-. Galileo asiente y le pregunta -¿Qué sabes de eso?-  Orlando le responde – Por ahora muy poco, pero he estado imaginando varias cosas que podías pensar cuando te decían que tu teoría no podía ser cierta porque Josué dijo “detente sol”-. Galileo con mucha curiosidad e interés le dice -¡cuéntame!- así que Orlando le empieza a contar en las cosas que piensa, primero le dijo que pensaba que en el tiempo de Josué podían pensar lo mismo, que la tierra era el centro del universo y que por eso él le gritó al sol que se detuviera, luego cambió el tema y empezó a hablar de los telescopios y los descubrimientos que había hecho Galileo que tanto le intrigaban, le contó sobre los telescopios que existen actualmente, Galileo se alegró mucho y siguió hablando con Orlando durante mucho tiempo, Galileo duró una semana en el 2016 y volvió al 1598 ya que si duraba más tiempo el cambio repentino le haría daño, cuando se fue le dejó importantes conocimientos a su amigo y el increíble espectáculo de nubes, relámpagos, y rayos volvió a suceder, solo que en esta ocasión el único que no se escondió y pudo ver claramente la partida de Galileo fue Orlando, hasta ahora no se sabe nada de Orlando ni de Galileo, las teorías son muchas, unos dicen que uno de los conocimientos importantes fue el de saber viajar en el tiempo y que un año después se fue a visitar a Galileo, en fin, para qué llenarnos la cabeza de cosas que pueden no ser ciertas.

viernes, 26 de agosto de 2016


NUESTRAS AMIGAS DE OCHO PATAS

Hace mucho tiempo que ellas existen, hay algunas que son lindas y otras que no nos parecen tan lindas, unas tienen colores, otras solo tienen marrón, negro o blanco. En esta historia vamos a hablar de algunas de ellas.

La viuda negra, o la araña del tiempo:

Solo una palabra la puede describir bien: TIEMPO

Les contaré brevemente porqué, ¿ven el dibujo que tiene la araña tanto en la parte de debajo de su barriga como en la parte de arriba? Bueno es un reloj de arena, y el color rojo muestra que es muy grave la pérdida de tiempo.

Ella está obsesionada con el tiempo, todo el día está corriendo con la casa que debe construir cada vez que algo se la destruye y también con sus bodas, al día llega a tener 8 bodas, mata a todos sus araños una hora después de haberse casado, pero ella lo hace muy rápido porque puede perder tiempo y además ¿qué comería en la noche? No deja que un minuto se le escape, y cuando alguno lo hace esta araña se balancea en su telaraña y se lanza con todas sus fuerzas para atrapar el minuto, luego vuelve con sus actividades.

Este es el horario regular de una araña del tiempo:
Como pueden ver, la araña del tiempo no pierde ni un momento pensando en cosas inútiles como en la muerte de una araña insignificante que no fue nadie importante en su vida.





La tarántula miradora

Como bien lo dice su nombre y lo muestra la foto a esta araña le encanta mirar todo lo que encuentra, por eso casi nunca es puntual cuando la invitan a una reunión de arañas para tomar té de larva de hormiga, se detiene cada rato a mirar una hoja verde, luego mira una hoja verde, luego mira otra hoja verde ¡todas son tan diferentes!
Usualmente tiene que ir con alguien que la obligue a moverse más rápido. La ventaja de esta araña miradora es que a veces encuentra cosas realmente interesantes, por ejemplo, una vez encontró un helado con chispas de chocolate y más adelante ¡oh, una larva! Mucho mejor para la araña.
En esta fotografía la araña se encontró con una linda cámara, tristemente lo que encontró luego fue un zapato y la vida de esta araña se acabó.
Araña toro:


Esta araña es muy pequeña, así que para parecer grande y asustar a los demás animales usa este hermoso casco lleno de agujeros que simulan unos ojos pequeños y otros grandes que pueden vigilar aún si está dormida.

Tiene unas patas muy frágiles, como de plastilina, y tiene una carita muy tierna con unos ojos grandes que siempre están atentos por si algo está cerca.

A veces se enreda con las ramas por tener unos cuernos tan largos, pero después de un tiempo se acostumbra y casi no le pasa.


Araña payaso:


Puede que la araña te espante, pero esa no es su cara.

Usa ese dibujo para asustar a los depredadores, pero no tiene ese dibujo solo por eso, también se conoce a la araña payaso por ser temperamental y mirar a todos con esos ojos saltones que se ven en la foto.

Cuando te le acercas ella de una vez te mira con sus ojos saltones y muestra su dibujo, todo lo que hagas después le desagrada, si te mueves se pone furiosa, si hablas se pone aún peor, si gritas, si parpadeas, incluso si respiras ella se molesta, así que no querrás encontrarte con una de ellas, si quieres caerle bien morirás de parálisis y de asfixia y si no haces lo que a ella le gusta morirás con una picadura en la cara.


Araña pavo real o araña con caras psicópatas:


Si piensas “¡ay, que linda! ¡Saluda!” estás en lo correcto, si no lo pensaste y solo te fijaste en los colores y el dibujo, también está bien.

A estas arañas les gusta desafiar a los demás haciendo un gesto de saludo mientras muestran su dibujo, solo quieren probar si eres valiente o no, usualmente todos salen corriendo, las caras psicópatas que se ven en sus dibujos son demasiado terribles como para que una hormiga las vea, posiblemente se va volando aunque no tenga alas.

Estas arañas son muy venenosas, pero son tan amistosas que nunca pican, solo consideran amigos a los que se acercan a ellas cuando están saludando, a los que no les da miedo acercarse.

Araña mariquita:

Si te encuentras por el camino una mariquita, ¿la tocas? ¿O te aseguras de que lo es? Es mejor que revises bien antes de tocar algo nuevo, las arañas son engañosas, quieren parecer bonitas e inofensivas pero no lo son, si te confundes puedes tener una picadura de araña mariquita en tu mano, y si le pones el brazo aún peor. Puedes conformarte con tomarle fotos y mirarla solamente.
Nunca la observes muy de cerca ni durante mucho tiempo, ellas normalmente fingen estar dormidas, pero si te ven se pueden asustar y si te quedas ahí pueden saltarte encima para asustarte y para que las dejes “dormir” en paz.

Araña galleta:


Es muy linda, tiene diferentes colores y sabores, esta de aquí es de chocolate, vainilla y frutos rojos, saben muy bien, sobre todo cuando recién las has sacado del horno.

No tienen muchos amigos y tampoco tienen familia, cuando existieron las primeras familias se notaba un alto nivel de canibalismo entre ellos, así que se decretó que las arañas galleta iban a ser independientes y que no podían conocer a nadie.

Gracias a esta ley las arañas galleta aumentaron en población y no recibieron mordidas, y los demás insectos y arañas pudieron adelgazar.

Pero aun así las arañas galleta estaban mordidas, se mordían a sí mismas, así que necesitaron bozales para no hacerse daño.


Araña alfombra:

Ella puede esconderse en un tapete peludo, si tienes uno ¡CUIDADO! Y si alguien te pica no digas que no te lo advertí. La araña alfombra no solo se esconde en tu tapete para camuflarse y cazar la comida del día, también lo usa para dormir placenteramente durante horas y horas, también es temperamental, si la despiertas se pone muy furiosa, pero si te vas rápido vuelve a dormir profundamente.
Sus pelos parecen ásperos, como las espinas de un puerco espín, pero no es así, sus pelos son tan suaves como una pluma.

 Araña espejo:


La araña más coqueta de todas, le gusta vestirse con lentejuelas, pero estas no son cualquier clase de lentejuelas, estas son unas que reflejan todos los colores de la naturaleza.

Todos los días limpia con mucho cuidado cada uno de sus espejitos y se los pone sin ensuciarlos, y si lo hace se quita su vestido y lo limpia desde el principio, no puede dejar que la vean fea, cuando logra ponerse su vestido se queda estática esperando a que los demás pasen por ahí para verla bonita. Cuando se acaba el día se quita su vestido, lo limpia y se duerme tapándose con él.

Todos los días hace lo mismo, desde que nació no cambia su rutina ni un segundo, no sé si siquiera come algo en todo el día.


Araña con saco:


Estas arañitas son muy chiquitas y tiernas, viven en clima frio, con ese saco no creo que les guste vivir en lugares donde hace más calor.

Todas tienen un saco diferente, unos son de rayas, otros son sencillamente cafés, negros, blancos o grises. A veces estas arañas se divierten agregándole detalles a sus sacos, algunas les ponen azul, rojo o rosado.

También son muy coquetas, a veces se maquillan, se encrespan las pestañas y se ponen mini lentes de contacto, y, como vemos en la segunda foto hasta posan para salir lindas.


Araña alfiler:

A esta araña le gusta mucho tejer, por eso en sus patas está todo lo que necesita, si quiere hacer tejidos especiales solo agarra una de sus espinas y empieza a tejer con sus patas y con el alfiler.
Es la araña más creativa de todas, como es dueña de los alfileres y tiene tanta experiencia sabe tejidos que nosotros ni siquiera conocemos.
Le ha hecho ropa a muchas arañas, por ejemplo le ayudó a la araña espejo a arreglar y decorar sus vestido, esa fue una ocasión muy estresante para la araña alfiler, tenía que arreglarlo rápido ¡la araña espejo no podía ser vista en pijama por más personas!
También le ayudó a las arañas con saco a mejorar sus sacos, los decoró e hizo que la costura fuese tan fuerte que durase para  toda la vida.

jueves, 25 de agosto de 2016



Parte 1: Colores misteriosos

Hace mucho, mucho, mucho tiempo nada tenía color, solo había manchas transparentes por todas partes, las personas eran invisibles, por eso se estrellaban cada rato las unas con la otras. Los animales eran muy raros, casi nunca se movían, y cuando lo hacían solo era para acercarse a una presa o al plato de la comida. Era normal sentir (eran transparentes también) a los animales abrazados los unos con los otros, por ejemplo, a veces se sentía como un perro abrazaba a un gato y ese mismo gato abrazaba a un pequeño ratón, todos eran muy perezosos.

Pasaron muchos años y todo seguía siendo transparente. Nadie había hecho nada para solucionarlo ya que eran tan perezosos como los animales.

Un día nació un niño con unos ojos muy grandes, ese niño era muy curioso, miraba por todas partes porque esperaba ver algo. Él se aburría de ver la nada, así que un día se fue por ahí, a ver qué encontraba.

Llegó a un lugar que se podría llamar “bosque”, pero no había nada ahí. De pronto, ese niño (que por cierto se llama Lucas) vio una pepita moverse rápidamente, esa pepita empezó a saltar de un lado a otro y Lucas comenzó a correr detrás de ella, la pepita no se detenía, hasta que en un punto se quedó quieta, entonces Lucas intentó agarrarla, tan pronto Lucas alargó la mano y tocó esa pepita todo tomó un color extraño para el niño, él lo llamó “azul”, cogió una flor transparente y recogió una gotita de ese “azul” misterioso, se lo puso encima a los pétalos y la flor tomó el color “azul”. De repente Lucas vio otra pepita, fue muy veloz, y a Lucas se le perdió, pero justo detrás había otra, esa se quedó completamente quieta, Lucas la tocó y saltaron chispitas, entonces Lucas gritó lo primero que se le vino a la mente,

-¡Rojo!-, a la flor le cayeron algunas chispitas de “rojo”, la raíz se volvió de ese color. Inmediatamente después otra pepita apareció, en este caso no fue necesario que Lucas tocase la pepita, solo pensó en otro nombre y todo tomó un nuevo color, “amarillo”, ¡era el color favorito de Lucas!

Por un momento él se miró a sí mismo y vio que estaba lleno de todos los colores que había encontrado, cogió algunas gotitas de “azul”, “rojo” y “amarillo” y se puso a jugar, solo lanzaba gotas al aire e imaginaba un color, todo se creaba de repente, con “rojo” y “amarillo” hizo “naranja”, con “rojo” y “azul” hizo morado, también hizo el verde.

Después de jugar un rato encontró otras dos pepitas, eran muy raras pero a Lucas le gustaron, las llamó “negro” y “blanco”, siguió haciendo combinaciones y por fin decidió ir a lo que se podría llamar “ciudad” o más bien “pueblo”, Lucas no podía ver a nadie, pero todos lo veían a él, ¿Qué hizo Lucas? Puso los baldes en el piso y los volteó, todo se llenó de color inmediatamente. Todas las personas quedaron estupefactas por todo ese reguero de “algo” que no sabían qué era ni de donde había salido.

Lucas se dispuso a ayudarlos, les explicó cómo se llamaba cada color y los diferentes grupos a los que pertenecía cada uno, como encontró primero a “azul”, “rojo” y “amarillo” entonces dijo que se llamaban “colores primarios”, y las mezclas que salían de ellos eran los “colores secundarios”.

Esos nombres los inventó a último momento, entonces, al darle nombre al grupo de los colores “blanco” y “negro” no pensó muy bien y dijo que se llamaban “colores extra”, eso tuvo que corregirlo después.

A las personas les encantaba el tema, eran mucho más alegres que antes y les gustaba aprender, ya no eran perezosos, lo cual le gustaba mucho a Lucas porque ya tenía con quienes jugar. No solo las personas se volvieron más activas, también los animales cambiaron, desde ese momento los perros tuvieron ganas de perseguir a los gatos, y los gatos tuvieron ganas de perseguir a los ratones.

Y ahora, volviendo a las personas, les gustaban tanto los colores que empezaron a hacer nuevas mezclas con los colores que tenían y salieron nuevos colores, unos muy bonitos y otros que parecían sacados de un lugar lleno de moscas. Todo el pueblo, y con el tiempo toda la tierra empezó a tener color, todo era muy hermoso.

Lucas, su familia, sus amigos y todas las personas estaban felices por el descubrimiento de los colores, pero lastimosamente, como todas las cosas, se fue olvidando el origen de los colores y la importante historia de estos.

Parte 2: ¡falta algo!

Después, Lucas miró al cielo, -¡no hay!- gritaron todos al tiempo, así que se sentaron y pensaron mucho tiempo. ¡A nadie se le ocurría cómo pintar el cielo! Nadie podía diferenciar entre el día y la noche, solamente lo que había en el piso era de colores, así que eso era lo único que veían además de las personas.

Pasaron muchísimos años hasta que Lucas dejó de existir, pasaron sus hijos, sus nietos y sus bisnietos y todavía no sabían cómo pintar el cielo.

Muchos años después, Sara, una tataranieta de Lucas supo cómo pintar el cielo, -Un cohete- se dijo a si misma, así que se preparó, llevó la comida, la ropa y lo más importante para poder colorear el cielo: La pintura. Después en 1969 viajó hacia arriba todo lo que pudo hasta que en un punto se detuvo y pintó primero lo que llamó “noche”, regó un poco de azul oscuro y salpicó gotitas blancas aquí y allá, después hizo la luna con la misma pintura blanca y con un poquito de gris, como tenía que apoyarse en la luna para poder pintarla entonces dejó lo que más tarde se llamó “cráter”.

Luego alistó el color azul para algo que llamó “día”, pero, ¡Ay, no! ¡Sara se tropezó con la pintura azul, la gris y unas gotas transparentes!, Pero ¡vaya paisaje! Empezó a llover, Sara se volteó para recoger y vio que también habían caído sus algodones de azúcar, pero no pensó mucho en eso, recogió todo y cuando se asomó para poder ver el “día”, al principio se asustó, pero, ¡miren! ¡Son los algodones!, estaban flotando y eran blancos y grises porque les había caído pintura.

Ella se quedó un rato pensando en lo lindo que era todo, luego dijo, -Tarde-. Todos los baldes se voltearon al instante, todo tenía diferentes colores, el cielo era naranja en unas partes, pero rojo en otras, y, ¡también morado!, todo era increíble.

Volvió a la tierra, miró al cielo y se dijo a sí misma –Esto es realmente increíble- todos fueron a celebrar con ella y se quedaron hasta tarde mirando el atardecer y luego las estrellas.



FIN

miércoles, 24 de agosto de 2016


Una mujer muy caprichosa y unas flores muy bellas



Había una vez una mujer muy caprichosa, a ella le gustaba mucho tener los mejores zapatos, los mejores vestidos, y todo para ella tenía que ser perfecto, entonces cuando sus sirvientes no le daban gusto los despedía. Ella se sentía muy triste porque aunque lo tenía todo se sentía sola, vacía. Así que decidió buscar una amiga. Lamentablemente nadie daba la talla para ella y obviamente nadie quería ser su amigo. Todos huían cuando la veían acercarse o se hacían los distraídos.

Eso pasó muchas veces y esa mujer no sabía qué hacer, pero ella no cambiaba, siempre pensaba en los defectos de los demás, no en los suyos propios.

Un día pasó por una floristería y vio unas flores que para ella resultaron perfectas, y, como todo lo perfecto, esas flores eran muy caras, pero la mujer no dudó ni un segundo en comprarlas.

Cuando llegó a casa las puso en el mejor lugar, en el que más resaltaban.

Esas flores resultaron ser unos bellos girasoles, tenían muchos colores y eran exactamente 12 flores, con exactamente 71 pétalos cada una y 852 entre todas. Como esas flores eran tan bellas también eran caprichosas, entonces todos los días pedían que las llevasen de aquí para allá en una bandeja de plata, les gustaba ver el sol y también que las paseasen, y exigían que les echasen agua cada 15 minutos.

La vida era muy difícil para la mujer, ya no tenía tiempo para ella, así que por eso no podía arreglarse con sus mejores vestidos de seda, plumas y lentejuelas.

Así que poco a poco dejó de pensar en ella misma y solo pensó en sus flores, un día se cansó de eso, agarró la jarra de las flores y dijo: “ya me cansé” y la lanzó por la ventana, casi le cae a alguien en la cabeza, pero afortunadamente no sucedió.
Ella había cambiado, ya no se fijaba en los demás como antes, sino que ahora los veía como si fueran bellos como las flores, cambió su actitud, de milagro cambió su vestuario y sus amigos resultaron ser muy buenas personas que nunca la abandonaron aunque estuviese metida en los peores problemas posibles. Las flores fueron rescatadas por la persona que casi gana un dolor de cabeza por culpa de las mismas y así las flores cambiaron de mano en mano modificando así la vida de muchas personas.



La mejor noche del mundo



Hace aproximadamente dos semanas pasaba algo muy importante, nadie sabe qué. Pero el caso es que había una niña muy rara, usaba gafas, y era bajita y gordita, todo el mundo le maltrataba todo el tiempo. Su familia la ignoraba, los compañeros del colegio le hacían bulling, los perros intentaban morderla y los gatos la arañaban.

Todo el tiempo se sentía rechazada, desplazada y no sabía qué hacer. De vez en cuando se iba al bosque a ver si encontraba algo interesante, y de hecho lo hacía, todo el tiempo encontraba flores bellísimas de muchos olores y colores, lamentablemente tenía que estar un poco lejos porque si las flores la veían se marchitaban.

Ella siempre estaba fuera de casa, solo algunas veces volvía para comer y para dormir, claro que nunca nadie se daba cuenta, y a ella tampoco le importaba, ya se había acostumbrado después de 9 años.

Un día hubo una discusión terrible en su casa, los padres de la niña la consideraban como un estorbo, así que ese día decidieron mandarla para un orfanato.

Al día siguiente cuando ella volvió de la escuela llegaron unos hombres, eran muy serios, muy feos y terriblemente bruscos, la agarraron por el brazo y la halaron hasta el carro, ella al principio pensó que la habían secuestrado, pero luego vio que el auto decía “ORFANATO”,  cuando ella quiso volver a mirar para cerciorarse de lo que decía ya no pudo, la habían metido al carro en un segundo.

La llevaron a un edificio alto y lleno de colores, cuando entró al patio de juegos todo parecía muy divertido. Al llegar a la habitación todo era muy simple y solo había un plato, una cuchara, una cama y barrotes, como en una prisión. A la mañana siguiente habían golpeteos en las puertas a las 7 de la mañana, ella, como era nueva, no sabía que significaba eso. Por fin, cuando llegaron a la puerta de la niña le gritaron, “¡EL PLATO!”, ella se levantó en seguida, cogió el plato y lo acercó a la puerta, el hombre le sirvió el desayuno, una cosa blanca y babosa, ella recordó lo que comía en casa y se comió esa cosa blanca sin problema.

Eso pasó todos los días de su vida, a las 7 de la mañana el desayuno, a las 10 salir al jardín, a las 10:30 volvían a sus cuartos, a las 2 el almuerzo, otra vez la misma cosa babosa y la cena era a las 7 de la noche, en cada comida debían comer en exactamente 10 minutos, como en casa. Cuando tuvo 10 años le dieron una computadora, una cosa fea, gris y apenas funcional.

Ella estaba muy aburrida, en el computador tenía un par de juegos súper tediosos de dibujar una vaca y de rascar un gato. Ella supo utilizar el computador bien y por eso escribió algo que para ella fue lo más especial que jamás había escrito, es lo siguiente:

Ella todavía quería mucho a su madre, porque, en algún momento de su vida le había prestado atención.
La vida siguió y no hubo ningún cambio. Cuando tuvo 13 años se cansó de esa vida y trató de escapar de ahí 5 veces, pero todos sus intentos fracasaron, hasta que por fin, al sexto intento lo logró, se fue lo más lejos que pudo de allí, corrió muy rápido hasta llegar a un pequeño pueblo, era muy silencioso y por eso a ella le gustó el lugar y se quedó allí varios días, una noche fue a dormir en medio de un pastizal, por primera vez en su vida durmió placenteramente y sin interrupción, eso fue desde las 8 hasta las 10, por raro que parezca, dos horitas fueron suficientes para recuperar todo el sueño perdido, ni las 12 horas que dormía en el orfanato eran un minuto recuperado, no servían para nada. Cuando despertó estaba mirando algo increíble, ella no supo qué era porque nunca había visto algo así, había millones de puntitos blancos en el cielo, después ella se acordó de que en algún momento había visto una o dos pepitas de esas y le habían dicho que eran “estrillas” o “estrallias” o algo así. Desde las 10 hasta las 2 de la mañana miró las “astrelias” y las fugaces que pasaban cada rato. Esa fue la mejor noche de su vida, de ahí en adelante aprendió a vivir sola, a ganarse la vida y cada noche miraba esas pepitas pensando en lo lindas que eran.
El Patito Feo
Había una vez una familia de patitos, estaba la mamá, el papá y algunos huevos. Un día hubo una terrible tormenta en la cual un huevito más cayó en el nido.



Al siguiente día todos los huevitos se abrieron, todos los patitos eran lindos y plumosos, y el otro bebé nadie sabía que era, pero sí sabían algo, que era muy feo. Todos los patitos se fueron de paseo al lago. Se metió la mamá, se metió el papá y después los niños, pero cuando el otro pajarito intentó nadar, no pudo y se hundió. La mamá de los patitos lo sacó del agua y muy enfadada se llevó a sus tres pequeños al nido. Cuando el animalito empezó a hacer amigos solo uno lo quería y respetaba, que era una pajarita fea, se hicieron muy buenos amigos y andaban juntos de un lado para otro. Todo el mundo se burlaba de ellos y les decían que por ser tan feos no les daban ganas ni de dormir, y, claro, como eran pequeños no sabían manejar ese tipo de cosas. Poco a poco fueron creciendo y la amistad entre los dos pajaritos iba aumentando, ellos siempre se ayudaban y cooperaban con los demás, pero los otros animales nunca agradecían. Un día se miraron en el agua, eran muchísimo más grandes que los patos y tenían grandes alas, ¡eran águilas!
Los animales cuando los vieron pensaron que era una gran mentira, que no eran ellos, pero después vieron que sí. Todos se sintieron muy mal y pidieron disculpas.
Desde ese día todos los animales ayudaron a las águilas y ellas apoyaron a los animales cuando lo necesitaban, por ejemplo, si la comida no alcanzaba o si necesitaban emigrar o si alguno estaba herido. Los auxiliaron en muchas ocasiones aunque soportaron la burla y las críticas de los demás animales.
Y ahora ¿Qué aprendemos?
Bueno, que si soportamos críticas o si nos agreden, nunca debemos guardar rencor, siempre debemos ayudar a las personas cuando lo necesiten y nunca debemos dejar de cooperar.

Fin


martes, 23 de agosto de 2016


LA SERPIENTE BRILLANTE

Hay un lugar en la tierra donde al principio, como en cualquier parte, no habían edificios ni casas, solo habían montañas, nubes, árboles y animales. Las personas pasaban por allí y miraban el lugar, pero no lo veían como un lugar en el que pudiesen vivir sino como un lugar de paso, donde podían pasar la noche e irse a la mañana siguiente o donde hacían una fogata durante un par de horas. Pero luego llegó alguien con una mente llena de ideas y pensó que allí se podía hacer una linda casita, en madera.
Así que averiguó cómo funcionaba el asunto de ser el propietario de la tierra, cuando lo solucionó hizo su casita, quedó muy bonita y muy espaciosa, fue haciendo cada vez más casas y pronto el lugar se convirtió en un pueblito de chocitas de madera con una gran calle que llevaba a todas partes, esta calle era muy larga y retorcida, tenía muchas lámparas y estaba bien iluminada, el propietario se fue de allí y le dejó todo esto a un amigo, ese amigo era muy avaro y hacía cualquier cosa por ganar dinero, así que destruyó todas las casas e hizo una ciudad gigantesca donde todas las casas estaban hechas de ladrillo, cemento y piedras.
Millones de personas vivían ahí ahora, a algunas les gustaba el lugar, a otras no tanto, por eso la población de allí cambiaba a cada rato.
Lo único que quedó igual fue la calle que lleva a todos lados, pero como la ciudad se extendió esa calle ya no llevaba a todas partes así que conservó el nombre que se le fue dado en un principio: La serpiente brillante.

viernes, 12 de agosto de 2016


Un planeta especial pero poco habitable



Hace varios días pasó algo muy importante, el 5 de Julio de 2016 llegó una sonda a Saturno, esta sonda tenía 3 muñequitos, eran el dios romano Júpiter, la diosa Juno y Galileo Galilei, ellos eran muy pequeñitos porque eran legos, cuando por fin se acercaron lo suficiente a Saturno los tres saltaron y moviendo los brazos y las piernas lograron llegar al planeta. Cuando lo pisaron vieron una cabeza muy grande, mucho más grande que ellos tres juntos, la cabeza tenía un solo ojo, una antena que parecía de goma y unos bigotes que parecían de gato. Esa cabeza se acercó cada vez más a ellos y les dijo:            -juwiwalwawa- eso quería decir “¿quiénes son ustedes?”, como los tres eran legos no podían hablar, así que les tocó hacer señas, pero los extraterrestres consideran las señas una falta de respeto (sobre todo porque no entendían qué se estaba diciendo), así que agarraron a los tres muñequitos y los pusieron tras una reja babosa y de mal olor, estuvieron allí por varias horas hasta que por fin los dejaron salir, pero aún así los saturnianos seguían molestando, así que las tres figurillas se fueron de Saturno y se mudaron a una de sus lunas.

Allí gobernaban los mismos bichos raros, agarraron a los tres muñecos y dijeron -¡lalaguita wuiui salawati!, eso significa -¿Qué hacen estos tres aquí?-. Volvieron a encerrar a los tres y luego se hizo una reunión de extraterrestres.

El primero habló en su idioma walwa, dijo: <walatiti suwilaya mawalithi zawanxa>

(¿Qué vamos a hacer con esos tres que invaden nuestro espacio?), un segundo tomó la palabra y dijo <saladito wasamana lalata> (todos sabemos lo que tenemos que hacer) <akalkut zatamba lakatini…> (tenemos dos opciones, podemos desintegrarlos, picarlos…) <ursukifili ashtasta tacaluti sacandada> (después podemos cortarlos en trozos más pequeños y tirar esos trozos…) <antala zophita> (en nuestra sopita).

Se formó un escándalo terrible en el cuarto de reunión y mientras tanto…

Los tres legos habían logrado abrir la celda y arrastrarse hasta la puerta sin que los guardianes los viesen, saltaron y volaron hasta otra luna, pero lamentablemente los bichos estaban en todas las lunas, hasta que por fin pudieron irse de allí y llegaron a Plutón, como hacía tanto frío allá no habían saturnianos ni plutonianos ni nada de eso, y como los muñequitos eran de plástico no sentían nada, ni frío, ni calor ni nada. Vivieron allí desde el 5 de julio hasta ahora sin ningún inconveniente.




LOS SOLES PELIGROSOS



Hace bastante tiempo, aproximadamente… no sé, y pues tampoco importa mucho, fue descubierto un planeta, era muy pequeño, del tamaño de una aldea, allí había un árbol y un par de arbustos. Las casas eran diminutas y hechas de un barro misterioso, era baboso y al mismo tiempo muy fuerte, tan fuerte que si te estrellabas de frente podías quedar sin nariz. Lo maravilloso de ese lugar era que al ser tan pequeño habían millones de estrellas visibles, unas eran grandes, otras pequeñitas, también eran de colores, rojas, azules, amarillas y de otros colores. Había una luna muy grande y muy brillante que iluminaba una pequeña parte de la noche porque era muy delgada, nunca engordaba ni un poco, pero eso estaba bien porque si la luna iluminaba más de lo que debía podía dejar ciegas a las personas, así que podemos decir que la luna que había allí iluminaba lo suficiente.

Pasaron muchos años y este planeta era el segundo más visitado por su hermosura, pero entonces, igual que con la tierra, las personas empezaron a echar basura y a contaminarla y cuando ya no se podía vivir allí se fueron y nos les importó lo que habían hecho, poco a poco ese planeta se fue recuperando y pudo volver a ser lindo.

Cuando las personas se enteraron pensaron en volver, cuando llegaron volvieron a empezar a destruir todo.

Los soles se acordaban de lo que había pasado y del esfuerzo del planeta para recuperarse, por eso unieron todas sus fuerzas y se lanzaron con una fuerza que solo destruía a la gente que había allí y eliminaba todo el mugre.
Lamentablemente al hacer esto todo el espectáculo se perdió y el planeta está solo, abandonado y me imagino que seco. Solo ustedes con su imaginación podrán saber.








LOS VALORES

Había una vez una Gran ciudad donde muchísimas personas conocían los valores, los respetaban y los demostraban. Unas personas demostraban mucho respeto, otras ayudaban a las personas con lo que necesitasen, y otras más no hacían casi nada para ayudar. La Familia Castiblanco era increíblemente amable con todos, respetaban las opiniones, respetaban el hogar de las demás personas y lo que había dentro y fuera.

Por ejemplo:

El hijo menor ayudaba a las personas que lo necesitaran. En una ocasión él caminaba hacia el colegio y se encontró con su profesora, se le habían caído los libros de la clase y eran muchísimos, pero al otro lado de la cuadra había una mujer mayor que tenía dificultades para cruzar la calle. Así que, qué fue lo que hizo? Pensó y vio que la mujer mayor era su vecina, la señora Emma. Así que en corto tiempo ayudó a su profesora y después fue corriendo a ayudar a la señora Emma. Las dos quedaron muy agradecidas y el quedó como un buen vecino y buen estudiante que ayuda a los demás.

La hija Menor también era muy amable, cuando la mamá le decía que fuese donde un vecino a ayudarlo en algo, ella hacía muchas cosas que mostraban que era una buena niña. Una de las cosas que hacía era no mirar por la ventana para ver si estaba. Además, no arrancaba las flores de ningún jardín, por eso cuando podaban los árboles y cortaban las ramitas de las plantas siempre le guardaban flores o semillas para que pudiese plantar. También hacía favores sin que se lo pidieran. En una ocasión vio a su vecino Pepe podando los árboles y arreglando su patio, así que ella se acercó, cogió una palita y ayudó a su vecino a plantar las semillas.

La hija mayor también era muy respetuosa. En el colegio cuando el Profesor no podía ir, ella se preparaba muy bien para poder ayudar en la clase y cuando asignaban a otro no se ponía celosa sino que pensaba que era bueno que hubiese un reemplazo diferente, así los estudiantes podían ver un punto de vista diferente respecto a las cosas y ella podía aprender cómo dar mejor las clases, de pronto más divertidas, con imágenes, videos o rompecabezas si eran pequeños. O si eran grandes, cómo hacer para que las clases fueran instructivas, divertidas y novedosas. Un día demostró ser solidaria porque una compañera de ella se enfermó antes de un proyecto especial. Así que ella llevó las ideas de su amiga al colegio y explicó su ausencia.

El hijo mayor era muy amable, estaba seguro de sí mismo pero no era confiado ni sabiondo, ayudaba a las personas tanto en grupo como individualmente. Por ejemplo, un día hubo una campaña donde tocaba pegar unos carteles sobre un nuevo veterinario. Era una gran consulta donde estaban abiertos las 24 horas del día, ayudaban tanto problemas graves como ligeros. En esa ocasión no había voluntarios para poner los carteles así que el hijo mayor les ayudó, y pronto cubrió toda la ciudad. En otra ocasión una vecina necesitaba ayuda con una maqueta y sus padres no podían ayudarla así que sin problemas él le ayudó y cuando acabaron vieron que les había quedado muy bonita.

La mamá era muy amable, siempre ayudaba a sus vecinos, por ejemplo, un día llegó mucha mercancía a la tienda de al lado, la madre de la familia fue a comprar unas cosas para el almuerzo, lechuga, tomate, apio, pimentón y algunos pimientos. Al ver que había tanta mercancía le ayudó al jefe de la tienda a ordenar todo sin robar nada, era totalmente honesta, por esto todos en su vecindario confiaban en ella.

El padre era el más amable de todos, hacía todo lo que podía por ayudar a las personas.

El padre de familia era un muy buen mecánico así que ayudaba a los vecinos cuando se les dañaba el auto. En una ocasión se le dañó la moto a un vecino, el padre no sabía mucho de motos así que para poder ayudar a su vecino, buscó en internet sobre el mecanismo de las motos. Al día siguiente llevó su caja de herramientas con todo lo que necesitaba. Le arregló la moto a su vecino y le quedó como nueva. Después enseñó a sus hijos de una forma sencilla como deben hacerlo, ellos aprendieron rápidamente y en la noche cuando toda la familia se reúne, el hermano pequeño le dio una idea a toda la familia. Dijo: Hace poco, cuando venía del colegio, vi que muchas personas tienen el carro o la moto dañados. Entonces pensé que podríamos hacer una pequeña campaña de arreglo de automóviles y motos, qué les parece? Toda la familia se quedó pensando y el padre dijo: muy buena idea, voy a contactar a todos los mecánicos que conozco para saber si sus circunstancias se lo permiten. Toda la familia se puso de acuerdo y al día siguiente se levantaron temprano y empezaron su campaña casa por casa. Lo increíble de ese día es que fueron más de las personas que el padre había contactado. Los vecinos invitados llamaron a más mecánicos para que pudieran participar en la campaña.

La madre y las dos hijas no tenían buenas manos ni buena técnica para la mecánica, pero sabían de veterinaria y la hija mayor se preparó para enseñar cómo se puede ayudar a un animal si está en situaciones fáciles que no requieran un veterinario. Así que el día de la campaña de los mecánicos, ellas no fueron allí sino que se ofrecieron en el nuevo hospital para animales. La madre ayudaba a curar a los animales. La hija mayor decía cómo hacerlo. Y la hija pequeña aprendía.

Al final del día todos estaban muy cansados de haber trabajado tanto así que descansaron es sus casas, comieron algo e hicieron su reunión regular de la noche. Todos contaron como les había ido, los hijos contaron que un carro estaba tan dañado que toco comprar unos muy buenos repuestos, y el auto quedó muy lindo. La niña chiquita se reía y decía que había muchos animales bonitos en el consultorio y que no hubo ningún caso grave.
La hermana mayor dijo que las personas que querían aprender lo hicieron sumamente rápido e incluso entraron a una sala y vieron como la madre ayudaba a un conejito. Al aprender cómo hacerlo le pidieron a la madre que los dejase intentar así que ella dejó a su hija mayor para que les enseñara.

Todos se rieron esa noche y la pasaron muy bien.

Lo que más intrigaba a los vecinos era que la familia no tenía lo suficiente para vivir, nadie les pagaba por lo que hacían y eran felices. Después los vecinos se dieron cuenta de que las riquezas no hacen feliz a nadie. Sino que lo que hace a alguien verdaderamente feliz es ayudar a los demás en lo que necesitan. Teniendo valores. Demostrando Respeto. Notar que en comunidad se logra mucho más que en individualidad. Siendo solidarios. Y teniendo buenas relaciones sociales con todos.



Fin


La Rana que no salta



Había una vez una ranita llamada Sara, a ella no le gustaba saltar, le daba mucho miedo. Un día en el colegio decidieron hacer un juego en el que la rana que saltase más lejos ganaba, y era obligatorio que todos participaran.

A Sara le tocó de primera, pero como a ella le daba tanto miedo saltar no quería hacerlo, una amiga estaba detrás de ella y trataba de convencerla, pero se cansó de intentarlo y asustó a Sara, le dio tan tremendo susto que saltó muy muy muy lejos y también muy alto, entonces cuando abrió los ojos vio que había pasado el límite de salto, se sintió tan feliz que desde ese día saltó más que cualquier otra ranita que había en el colegio, incluso más que cualquier otra rana del mundo.

La niña descuidada

Había una vez una niña que se llamaba Cora, tenía unas lindas palas y un lindo balde de plástico, un día salió a jugar a la playa en la mañana, después la mamá la llamó a almorzar y ella corrió lo más rápido que pudo y por eso se le desamarró un cordón del zapato, entonces puso sus cosas en el suelo, se amarró el cordón en la entrada de la casa y luego entró a su casa olvidando sus juguetes. Cuando terminó de almorzar no volvió a salir sino que se quedó en su casa jugando a las muñecas, en la noche, cuando cerraron la reja, como todo estaba oscuro no vieron las palas ni el balde, entonces se quedaron afuera toda la noche hasta que a las 11 aproximadamente pasó un niño y se llevó todo. A la mañana siguiente Cora no encontraba los juguetes, los buscó por toda la casa pero no estaban, cuando por fin se acordó, ¡los había dejado afuera! Corrió hasta la entrada de la casa, pero no los encontró tampoco allí, así que se puso muy triste y entró a su casa a decirle a su mamá lo que había pasado.

El cerdo sucio y el sapo cochino

Había una vez un cerdo que era muy sucio, nadie lo quería porque olía muy muy feo, todos los animales dejaron de hablarle menos un pequeño animalito que también era muy sucio, era el sapo, él se bañaba en barro y olía terrible, por eso se hicieron mejores amigos, pero todo los demás no los determinaban siquiera. Ellos estaban muy tristes porque nadie les hablaba, por eso un día el cerdo se bañó y dijo – oinc, oinc, que rico es bañarse, después se bañó el sapo y dijo –croak, croak, bañarse es buenísimo- Los dos fueron al pueblo y todos los animales se acercaron muy rápido, el primero que habló fue el gallo, él dijo –clok, clok, clok, que bien huelen- luego habló el perro, dijo: -wouf, wouf, se echaron jaboncito!- desde ese día todos estuvieron felices y pudieron convivir con el cerdo y el sapo.

El cocobernador

Había una vez un pueblo en el que todos eran amables, nadie peleaba, todos se ayudaban, hasta que un día llegó el animal más odioso de todos: el cocodrilo, él no ayudaba a nadie, ni quería a nadie. Todo el mundo se preguntaba quién era ese e intentaban que se sintiese cómodo en el pueblo, a él no le importaba nada de eso por lo que descubrieron más tarde las personas de ese pequeño pueblito…



El cocodrilo era el gobernante del pueblo.
Después hubo una infestación de mosquitos que mató a la mitad del pueblo, después murieron gradualmente los que quedaban, al cocodrilo no le importaba porque tenía todas sus defensas bien niveladas gracias a la comida saludable que había comido.
Cuando murió todo el pueblo, el cocodrilo se sintió muy solo, pero eso tampoco le importó, no se daba cuenta de que quien mataba a los habitantes del pueblo era él, por no ser un buen gobernante, no trataba con amor a sus amigos, los animales que eran extremadamente amables con él. Y recuerdan que les dije que se alimentaba bien? Pues, para ser una persona saludable no solo se deben comer cosas saludables sino que también hay que BAÑARSE!!! Ya podrán imaginar de donde salen los mosquitos con infecciones…, bueno, sigamos con la historia.
Cuando se dio cuenta de que era su culpa, siguió comiendo cosas sanas y con gran rapidez, se bañó y siguió su camino en busca de un pueblo al que cuidar, pero se le había olvidado lo más importante, el cariño y el amor. Por esto los animales del nuevo pueblo donde gobernaba el cocodrilo se pusieron furiosos, entonces insultaban al cocodrilo, luego, igual que los del pueblo anterior, estos animales murieron. El cocodrilo se había vuelto violento, entonces en cada pueblo, por la agresividad del cocodrilo, también morían.
Al cocodrilo se le olvidó todo lo que había aprendido, desde comer sano hasta el amor, todo lo había perdido, ¡por SEGUNDA VEZ! Bueno, no peleemos con el cocodrilo, de pronto se pone más agresivo, sigamos con nuestra historia.
El cocodrilo iba de pueblo en pueblo exterminando cada vez más rápido a los animales, hasta que un día, por tanta irresponsabilidad él se enfermó. Aunque a los animales del pueblo en el que estaba no les caía muy bien el cocodrilo, fueron amables y pidieron ayuda, así curaron al cocodrilo que estuvo a punto de morir.
Ahí, el cocodrilo aprendió la lección, para poder ser un buen gobernante y no matar a los animales del lugar donde vivía tenía que hacer varias cosas. Entre ellas: Alimentarse bien, ser amoroso, no ser violento, y BAÑARSE!
Lo que nos enseña principalmente esta historia es que no debemos demostrar ningún tipo de violencia, ser amables y amorosos, si hacemos lo contrario vamos a “matar” las relaciones que tenemos entre nuestra familia, amigos y las personas que no nos conozcan no van a querer hacerlo.

Ay! Por cierto, nadie murió en la historia, el cocodrilo le daba vueltas a la misma isla todo el tiempo y los animales iban de un extremo de la isla al otro extremo a cada rato, el cocodrilo solo los dejaba gravemente enfermos.
Y… el cocodrilo, sabiendo cómo puede ser un buen gobernador, fue feliz, junto con todo el pueblo.
Fin