La Rana que no salta
Había una vez una ranita llamada Sara, a ella no le
gustaba saltar, le daba mucho miedo. Un día en el colegio decidieron hacer un
juego en el que la rana que saltase más lejos ganaba, y era obligatorio que
todos participaran.
A Sara le tocó de primera, pero como a ella le daba tanto
miedo saltar no quería hacerlo, una amiga estaba detrás de ella y trataba de
convencerla, pero se cansó de intentarlo y asustó a Sara, le dio tan tremendo
susto que saltó muy muy muy lejos y también muy alto, entonces cuando
abrió los ojos vio que había pasado el límite de salto, se sintió tan feliz que
desde ese día saltó más que cualquier otra ranita que había en el colegio,
incluso más que cualquier otra rana del mundo.
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