martes, 27 de septiembre de 2016


¡UNA PARTE DEL RENACIMIENTO HA LLEGADO DE IMPROVISTO!

El viento está muy agitado ¿qué sucede? ¿Por qué?, los animales se han escondido y las personas están temblando, poco a poco las nubes se vuelven moradas y hay un remolino en el cielo, los rayos no caen verticalmente sino horizontalmente, el sol y la luna suben lentamente y mientras se acercan los rayos se van multiplicando, finalmente el sol y la luna se detienen en el mismo lugar, exactamente en el centro del cielo, cuando lo hacen un relámpago deja ciego a todo el mundo y al mismo tiempo se escucha un gran estruendo. De repente todo se acaba, las nubes no están, los rayos no caen, los gatos ya corren por ahí y las personas empiezan a salir de sus hogares, nadie sabe realmente cuanto tiempo transcurrió desde que escucharon el rayo y quedaron ciegos a causa del relámpago, unos dicen que fue media hora, otros que fue solo un minuto, en fin, no se sabe. Todos siguen su vida, pero no como antes, ahora sienten algo raro, no saben describirlo, es como… como… un velo, ¡no!, es algo oscuro, sienten algo misterioso, algo oculto.

Mientras tanto en un parque un hombre camina con los ojos muy abiertos, mirando a todos lados, la gente que lo miraba pensaba que estaba loco o que era un ladrón. Pero era muy pacífico, no atacó a nadie en ningún momento, estaba vestido de manera extraña, no sabía que significaban esas señales que tenían personas, flechas o animales dibujados, no sabía cuándo cruzar la calle, por eso en varias ocasiones casi lo atropellan.

Finalmente un niño de 8 años aproximadamente se le acerca y le dice: -¡Hola! ¿Cómo te llamas?, ¿de dónde vienes?, ¿Por qué te vistes así?- El hombre un poco confundido con el montón de preguntas le dijo, -Hola- y se fue caminando hacia un árbol como si hubiese visto una ardilla, el niño lo sigue y le hace la primera pregunta nuevamente: -¿Cómo te llamas?, el hombre responde –Galileo- Después de unos segundos dice de nuevo – Galileo Galilei-. Galileo se queda mirando fijamente al niño y le pregunta - ¿Y tú? ¿Cómo te llamas?- El pequeño le dijo –Orlando-. Galileo repitió cinco veces – Orladno, Olrrando, Ornaldo, Noraldo, Orlando- Luego le preguntó -¿Dónde estamos?-, Orlando fue muy específico, le dijo, -Estamos en el universo, planeta tierra, continente América del Sur, País Colombia, Ciudad Bogotá, Hora, 7 horas, 3 minutos, 5 segundos, 6 segundos, 7 segundos, 8 segundos…- Galileo entendió todo y preguntó expresamente la fecha, Orlando nuevamente fue muy específico y le dijo –27 de septiembre de 2016-. Galileo queda frío e inclinándose hacia el niño le pregunta -¿¡DOS MIL QUÉ?!-, Orlando se va corriendo y se hace detrás de un árbol y mira a Galileo desde allí, se asusta mucho por el grito que le acaba de dar. Galileo camina tranquilamente hacia el árbol y le dice - ¿Dos mil qué?- en un tono más amable, el niño sale de detrás del árbol y le repite que es el año 2016. Galileo se va con los ojos desorbitados pensando en que es una locura eso que le acaban de decir, se sienta en una canasta de basura y se pone a meditar, dura ahí media hora mientras Orlando lo mira desde lejos, después se acerca y le pregunta a qué se debe su extraña actitud, Galileo le dice – yo no vivo en esta época, yo nací en el 1564, ahora tengo 34, lo que quiere decir que debe ser el año 1598-, Deja de hablar, se tranquiliza y se queda callado. De repente exclama -¡PERO NO!- y mira al niño, él se ve pensativo y le pregunta – ¿Tu eres el del universo geocéntrico?-. Galileo asiente y le pregunta -¿Qué sabes de eso?-  Orlando le responde – Por ahora muy poco, pero he estado imaginando varias cosas que podías pensar cuando te decían que tu teoría no podía ser cierta porque Josué dijo “detente sol”-. Galileo con mucha curiosidad e interés le dice -¡cuéntame!- así que Orlando le empieza a contar en las cosas que piensa, primero le dijo que pensaba que en el tiempo de Josué podían pensar lo mismo, que la tierra era el centro del universo y que por eso él le gritó al sol que se detuviera, luego cambió el tema y empezó a hablar de los telescopios y los descubrimientos que había hecho Galileo que tanto le intrigaban, le contó sobre los telescopios que existen actualmente, Galileo se alegró mucho y siguió hablando con Orlando durante mucho tiempo, Galileo duró una semana en el 2016 y volvió al 1598 ya que si duraba más tiempo el cambio repentino le haría daño, cuando se fue le dejó importantes conocimientos a su amigo y el increíble espectáculo de nubes, relámpagos, y rayos volvió a suceder, solo que en esta ocasión el único que no se escondió y pudo ver claramente la partida de Galileo fue Orlando, hasta ahora no se sabe nada de Orlando ni de Galileo, las teorías son muchas, unos dicen que uno de los conocimientos importantes fue el de saber viajar en el tiempo y que un año después se fue a visitar a Galileo, en fin, para qué llenarnos la cabeza de cosas que pueden no ser ciertas.