viernes, 12 de agosto de 2016


El cocobernador

Había una vez un pueblo en el que todos eran amables, nadie peleaba, todos se ayudaban, hasta que un día llegó el animal más odioso de todos: el cocodrilo, él no ayudaba a nadie, ni quería a nadie. Todo el mundo se preguntaba quién era ese e intentaban que se sintiese cómodo en el pueblo, a él no le importaba nada de eso por lo que descubrieron más tarde las personas de ese pequeño pueblito…



El cocodrilo era el gobernante del pueblo.
Después hubo una infestación de mosquitos que mató a la mitad del pueblo, después murieron gradualmente los que quedaban, al cocodrilo no le importaba porque tenía todas sus defensas bien niveladas gracias a la comida saludable que había comido.
Cuando murió todo el pueblo, el cocodrilo se sintió muy solo, pero eso tampoco le importó, no se daba cuenta de que quien mataba a los habitantes del pueblo era él, por no ser un buen gobernante, no trataba con amor a sus amigos, los animales que eran extremadamente amables con él. Y recuerdan que les dije que se alimentaba bien? Pues, para ser una persona saludable no solo se deben comer cosas saludables sino que también hay que BAÑARSE!!! Ya podrán imaginar de donde salen los mosquitos con infecciones…, bueno, sigamos con la historia.
Cuando se dio cuenta de que era su culpa, siguió comiendo cosas sanas y con gran rapidez, se bañó y siguió su camino en busca de un pueblo al que cuidar, pero se le había olvidado lo más importante, el cariño y el amor. Por esto los animales del nuevo pueblo donde gobernaba el cocodrilo se pusieron furiosos, entonces insultaban al cocodrilo, luego, igual que los del pueblo anterior, estos animales murieron. El cocodrilo se había vuelto violento, entonces en cada pueblo, por la agresividad del cocodrilo, también morían.
Al cocodrilo se le olvidó todo lo que había aprendido, desde comer sano hasta el amor, todo lo había perdido, ¡por SEGUNDA VEZ! Bueno, no peleemos con el cocodrilo, de pronto se pone más agresivo, sigamos con nuestra historia.
El cocodrilo iba de pueblo en pueblo exterminando cada vez más rápido a los animales, hasta que un día, por tanta irresponsabilidad él se enfermó. Aunque a los animales del pueblo en el que estaba no les caía muy bien el cocodrilo, fueron amables y pidieron ayuda, así curaron al cocodrilo que estuvo a punto de morir.
Ahí, el cocodrilo aprendió la lección, para poder ser un buen gobernante y no matar a los animales del lugar donde vivía tenía que hacer varias cosas. Entre ellas: Alimentarse bien, ser amoroso, no ser violento, y BAÑARSE!
Lo que nos enseña principalmente esta historia es que no debemos demostrar ningún tipo de violencia, ser amables y amorosos, si hacemos lo contrario vamos a “matar” las relaciones que tenemos entre nuestra familia, amigos y las personas que no nos conozcan no van a querer hacerlo.

Ay! Por cierto, nadie murió en la historia, el cocodrilo le daba vueltas a la misma isla todo el tiempo y los animales iban de un extremo de la isla al otro extremo a cada rato, el cocodrilo solo los dejaba gravemente enfermos.
Y… el cocodrilo, sabiendo cómo puede ser un buen gobernador, fue feliz, junto con todo el pueblo.
Fin

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